Dan, un niño atrapado en un cuerpo adulto, nos ofrece una mirada genuina, sublime y diferente de la vida. “El mundo según Dan”; “el sexo según Dan”; “la muerte según Dan”. Nada podrá ser percibido de la misma forma después de haberlo observado a través de él: las de un ser único, capaz de encontrar poesía hasta en los acontecimientos más sórdidos de su realidad; o incluso enseñarles, sin proponérselo, el sentido de la vida a quienes se crucen por la suya. Desde el complejo vínculo que mantiene con su madre, hasta la necesidad de guardar silencio sobre “un desafortunado suceso, del que no hay que hablar”, Dan nos mostrará su universo paralelo, sus sueños, fragilidades y obsesiones. Caminaremos con él deseando que no decaiga ni se rompa en el camino, nos transformaremos en sus cómplices y hasta querremos participar de su lucha por la felicidad, pero solo si creemos ‒después de conocer su historia‒ que la merece.