En una Marbella otoñal se entrecruzan las vidas de Luis y Olga que difuminan los límites entre la ficción y la realidad, suponiendo el punto de inicio de una gran obra con tintes autobiográficos que muestra a un Segismundo con mucha vida, pero con poca libertad.
Obra sobre el desarraigo y la falta de convicciones propias que desemboca en un final poliédrico a la medida de cualquier lector.