La naturaleza marca el rumbo de nuestra vida, dejando señales por el camino como si de miguitas de pan se tratase para no sentirnos perdidos; señales que muchas veces pasan desapercibidas ante nuestros ojos.
Olivia se enfrenta a sus miedos y lee entre líneas lo que el viento le susurra. Hila con determinación las señales impuestas con un solo objetivo: llegar a casa.