Poemas del desgobierno nace con un claro propósito, esto es, la imperiosa necesidad ética o moral del autor, que le obliga a tener que desprenderse de sus más internos pensamientos, volcándolos hacia afuera de la manera en la que mejor sabe expresarlos.
De manera inteligente, aunque utilizando un léxico cercano y entendible a todas luces, nos dibuja una España desgobernada, rota, partida, quebrada, deshecha y desesperada.
Para hablarnos de sus interioridades e inquietudes, el autor, sujeto a los recursos poéticos clásicos de la métrica, el ritmo y la rima, nos acerca al siglo de oro de la literatura española, de forma sarcástica e irónica, para diseccionar una actualidad descarnada por la ineficiencia política del momento.